¿Qué quieres de mí? ¿No quieres amor para que te sientas feliz y calmar tu llanto?

A LOS SACERDOTES:

El interés es el veneno del sacerdote. ( quejas de Jesús )Continuando mi habitual estado, mi adorable Jesús se hacía ver llorando, porque me lo había traído la Celestial Mamá para que lo tranquilizara y yo hacía cuanto podía por lograrlo, lo besaba, lo acariciaba, me lo estrechaba, le decía: “¿Qué quieres de mí? ¿No quieres amor para que te sientas feliz y calmar tu llanto? ¿No me has dicho Tú mismo otras veces que tu felicidad es mi amor? Y yo te amo mucho, mucho, pero te amo junto contigo, porque por mí sola no sé amarte; dame tu aliento ardiente que convierte todo mi ser en una llama de amor, y después te amo por todos, te amo con todos, te amo en los corazones de todos.” ¿Pero quién puede decir todos mis desatinos? Entonces parecía que se tranquilizaba un poco, y para hacer que mi dulce Jesús no llorara más le he dicho: “Vida mía y mi todo, consuélate, ahora que hagan las casas de reunión de sacerdotes, oh, cómo quedarás consolado.”Y Él rápidamente : ¡Ah, hija mía, el interés es el veneno del sacerdote, y se ha infiltrado tanto en ellos, que les ha envenenado el corazón, la sangre y hasta la médula de los huesos. ¡Oh! cómo los ha sabido enredar el demonio, habiendo encontrado en ellos la voluntad dispuesta para ser entretejida. Mi Gracia ha usado todo su arte para formar en ellos el tejido del amor y darles el contraveneno del interés, pero no encontrando su voluntad dispuesta, poco o nada ha tejido de divino, por eso el demonio no pudiendo impedir del todo estas casas de reunión de sacerdotes, lo cual le ha provocado mucha pérdida, se contenta con mantener la tela que les ha tejido con el veneno del interés

. !Oh! si tú vieras cuán pocos son los que están dispuestos a segregarse de la familia y a derramar este veneno del interés, llorarías conmigo, ¿no ves cómo discuten entre ellos respecto a este punto, cómo quedan agitados, cómo se enardecen los ánimos? Más bien creen que es un disparate y que eso no se aplica a su estado.”Mientras esto decía, yo veía a los sacerdotes dispuestos para esto, y cuán escaso era el número de ellos. Jesús ha desaparecido y yo me he encontrado en mí misma. Ahora, sintiendo repugnancia de escribir estas cosas que corresponden a los sacerdotes, pero habiendo hecho el sacrificio porque así lo quiere la obediencia, mi amado Jesús ha venido y me ha dado un beso para recompensarme por el sacrificio hecho y ha agregado:“Hija amada mía, no has dicho todo sobre los inconvenientes que traería si el sacerdote queda estorbado por la atadura de la familia, las tantas vocaciones equivocadas, por las cuales la Iglesia llora amargamente en estos tristes tiempos; ciertamente no se verían tantos modernistas, tantos sacerdotes vacíos de verdadera piedad, tantos de ellos dados a los placeres, a la incontinencia y tantos otros que ven cómo se pierden las almas como si no fuera nada, sin la mínima amargura, y tantos otros desatinos que hacen, estos son signos de vocaciones equivocadas. Y si las familias ven que no hay nada más que esperar por parte de los sacerdotes, a ninguno le vendrán ganas de incitar a sus hijos para hacerse sacerdotes, ni a los hijos les vendrá el pensamiento de enriquecerse, de elevar a la familia por medio de su ministerio.

”Y yo: “¡Ah! mi dulce Jesús, en lugar de decirme a mí estas cosas, ve a los dirigentes, a los obispos, porque ellos que tienen la autoridad pueden lograr contentarte en este punto, pero yo, tan pobre, ¿qué puedo hacer? No otra cosa que compadecerte, amarte y repararte.”Y Jesús: “Hija mía, ¿a los dirigentes, a los obispos? El veneno del interés ha invadido a todos, y como casi todos están presos por esta fiebre pestífera, les falta el valor de corregir y de poner un freno a quienes dependen de ellos. Y además, Yo no soy comprendido por quien no está despojado de todo y de todos, mi voz suena muy mal a sus oídos, más bien les parece un absurdo, una cosa que no es conveniente a la condición humana, pero si hablo contigo nos comprendemos suficientemente, y si no encuentro otra cosa, encuentro un desahogo a mi dolor y tú me amarás de más, porque sabes que estoy amargado.”Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta Vol. 10 Enero 15, 1911

Deja un comentario