Jesús no fue político

🎧 Audio 175

📘 Libro I Un alma en Cristo

1 de mayo de 1988

Hoy es el 1 de mayo y es también el día de la madre. Fui a Misa y el sacerdote no nombró a la Santísima Virgen en la homilía. Empezó diciendo que era el día del trabajador y –sin ánimo de tergiversar– diré que mezclaba el evangelio con la política, con los obreros y los explotadores. Me sentó muy mal, pues en mi ciudad hay sacerdotes comunistas. Pensé que debía ir a hablar con él cuando terminara la Santa Misa y decirle que no estaba de acuerdo con esa manera de predicar. Le pregunté al Señor qué hacía y Él me dijo que debía ir, que debía decirle que «Él se hizo pobre para llegar a todos los corazones, pero que en ningún momento fue un político.» Que debía ir a decírselo. Me dijo cosas muy bonitas pero que no recuerdo ahora.
Fui acompañada de mi hermana y le dije al sacerdote que quería hablar con él. Yo creía en el diálogo y, por eso, me había atrevido a hablarle. Le dije que no debía mezclar la política con el Evangelio y él me contestó que así era Cristo y que predicaría siempre de igual forma. He de decir que estoy escribiendo esto como yo lo he vivido. No tengo intención de tergiversar las palabras del sacerdote ni su actitud que, para mí, fue de soberbia y de orgullo despótico. Yo le dije que estaba cometiendo el pecado de Judas, que confundió a Cristo con un político y que quizás no debía haber sido sacerdote, sino político. Que Dios le juzgaría, como también a mí. Él contestó que decía lo que el Papa en su encíclica y el obispo de Barcelona, y que seguiría así siempre. Todo esto lo dijo mal carado y casi echándome. Yo me quedé muy tranquila pues pienso que el cristiano debe delatar todo lo que no es correcto. Y si él hace algo mal, y le corrigen, no debe molestarse.

Hija mía, yo María, la Inmaculada Concepción, hoy he sentido mucha tristeza cuando en tantos altares mis hijos predilectos no se han acordado de mí, sólo del 1 de mayo, día del obrero.
Has hecho muy bien yendo a decir al sacerdote lo que estaba mal. Aunque a ti te parezca inútil, has hecho lo que debías hacer. El dará sus cuentas y tú las tuyas.
𝗣𝗼𝗿 𝗱𝗲𝘀𝗴𝗿𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗲𝗹 𝗺𝗮𝗹 𝗲𝘀𝘁á 𝗱𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗜𝗴𝗹𝗲𝘀𝗶𝗮 𝘆, 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹𝗹𝗼, 𝗹𝗮 𝗷𝘂𝘀𝘁𝗶𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗺𝗶 𝗗𝗶𝘃𝗶𝗻𝗼 𝗛𝗶𝗷𝗼 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶é𝗻 𝗱𝗲𝗯𝗲𝗿á 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿 𝗲𝗻 𝗲𝗹𝗹𝗮. 𝗘𝘀𝘁á𝗻 𝘁𝗲𝗿𝗴𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗼𝘀 𝗘𝘃𝗮𝗻𝗴𝗲𝗹𝗶𝗼𝘀 y, como tú muy bien dices, cometiendo el mismo pecado de soberbia que Judas.
Quieren hacer de mi Hijo un Dios político; no han comprendido su doctrina ni su palabra.
El hombre de fe debe dar la vida por su hermano, sea del partido que sea; debe amar y hacerlo todo por amor a Dios; defender al desvalido en nombre de Cristo. Y debe ayudar al necesitado siempre en el mismo nombre. Y debe apartarse de politizar los evangelios. En ellos jamás encontrarán nada de política. 𝗟𝗼𝘀 𝗲𝘃𝗮𝗻𝗴𝗲𝗹𝗶𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀 𝘀𝗮𝗻𝘁𝗮𝘀 𝘆 ¡𝗮𝘆 𝗱𝗲𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗲𝘀 𝗱é 𝘂𝗻 𝘀𝗲𝗻𝘁𝗶𝗱𝗼 𝗲𝗿𝗿ó𝗻𝗲𝗼, 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗼𝗰𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗲 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝗳𝘂𝗻𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼, 𝗮𝘀í, 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘃𝗮𝗻 𝗮 𝗼í𝗿 𝗽𝗿𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗦𝗮𝗻𝘁𝗼 𝗡𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗱𝗲 𝗺𝗶 𝗛𝗶𝗷𝗼!
Por desgracia es una realidad que la Casa de mi Hijo está hundiéndose por culpa de aquellos que tergiversan la verdad, que actúan sin amor dando un sentido distinto al que tiene la realidad.
𝗟𝗮 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗶 𝗛𝗶𝗷𝗼 𝘀𝗲 𝗵𝗶𝘇𝗼 𝗵𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗽𝗼𝗿 𝗮𝗺𝗼𝗿, 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘀𝗮𝗹𝘃𝗮𝗿𝗼𝘀. 𝗗𝗲𝘀𝗽𝘂é𝘀 𝘀𝗲 𝗵𝗶𝘇𝗼 𝗖𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮 𝘆 𝗕𝗲𝗯𝗶𝗱𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗮𝗹𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿𝗼𝘀 𝘆 𝗮𝘀í 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗿 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝘃𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗲𝗹 𝗳𝗶𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼𝘀, 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘃𝗲𝗻𝗱𝗿á 𝗮 𝗷𝘂𝘇𝗴𝗮𝗿 𝗮 𝘃𝗶𝘃𝗼𝘀 𝘆 𝗮 𝗺𝘂𝗲𝗿𝘁𝗼𝘀.

Tú, hija mía, sigue yendo a esa Iglesia. No te importe que ese sacerdote vea que vas. Con tu presencia le dirás, cada vez que hable de política, lo mismo que hoy le has dicho. Y yo te bendeciré por tu defensa y tu obediencia, ya que no has dudado en ir, aunque esto te haya costado un poco.

Este mes sé mi hija «adorada». Búscame como Madre que soy tuya. Me encontrarás en tu corazón junto con mi Divino Hijo.

𝑮𝒓𝒖𝒑𝒐 𝑴𝒂𝒓í𝒂 𝑨𝒖𝒙𝒊𝒍𝒊𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 (1988) 𝑼𝒏 𝒂𝒍𝒎𝒂 𝒆𝒏 𝑪𝒓𝒊𝒔𝒕𝒐. 𝑳𝒊𝒃𝒓𝒐 𝑰

Deja un comentario